Cuentos
Paralelamente con sus incursiones en la poesía, Manuel Rojas escribe sus primeros cuentos. El segundo premio obtenido en Buenos Aires con su cuento Laguna (1922) es el inicio de una trayectoria que lo llevará a ser reconocido como uno de los más importantes narradores de Chile y Latinoamérica. Entre los más de veinte cuentos escritos por Manuel Rojas destacan, además de Laguna, El Bonete Maulino, uno de los relatos que le contara su madre, El Vaso de Leche, que figura en casi todas las antologías hispanoamericanas y Una Carabina y una Cotorra, considerado por su autor y la crítica como el más acabado.
Sus numerosos cuentos fueron reunidos en diversas recopilaciones y colecciones, tales como Hombres del Sur; El Delincuente o Travesía. Muchos han sido adaptados al cine o al teatro y la mayoría se re-editan permanentemente.
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Hombres del SurPrimera edición : 1926 Última edición : Editorial Zig-Zag - Santiago de Chile, 2012 Acceda a la versión ebook ReseñaEste primer volumen de cuentos, concentra, como si fuera una semilla, el entero proyecto literario de Manuel Rojas. Aparecen con claridad, en primer lugar, las lecturas que alimentan su prosa y forman el contexto de su escritura. Hablamos de la novela de aventuras al estilo de Emilio Salgari, como en El Hombre de los Ojos Azules y El Cachorro, de la prosa criollista afín a un Mariano Latorre, como en El Bonete Maulino, y de la narrativa del modernismo y la vanguardia, como en Un Espíritu Inquieto. Laguna es probablemente el texto más original de este conjunto, el más propio de Rojas, y hay que decir –con sorpresa– que es también el más antiguo, pues fue publicado en 1922 como segundo premio en el periódico La Montaña de Buenos Aires. Ese pobre joven argentino, tan parecido a Rojas, hallará en el “roto fatal”, el chileno «Laguna», un compañero mayor de quien aprende la convivencia solidaria que debe existir entre los trabajadores, y a quien protege de su propia ineptitud. Es un texto entrañable que ensaya los materiales de los que están hechos Hijo de Ladrón y la tetralogía de Aniceto Hevia: una narración autobiográfica centrada en los años de aprendizaje de un joven que disfruta y padece la libertad de quienes no tienen nada que perder. Hombres del Sur, Ed. Nascimento – Santiago de Chile, 1926, contiene un Prólogo de Raúl Silva Castro y los cuentos Laguna; Un Espíritu Inquieto; El Cachorro; El Bonete Maulino y Leyendas de la Patagonia. En las ediciones posteriores este último cuento se llamará El Hombre de los Ojos Azules. |
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El DelincuentePrimera edición : 1929 Última edición : Editorial Zig-Zag - Santiago de Chile, 2012 Acceda a la versión ebook ReseñaLa recopilación de cuentos que lleva por título El Delincuente contiene un ciclo de historias que describen muy novedosamente el margen de las sociedades latinoamericanas, conformado por ladrones: en El Delincuente, Un Ladrón y su Mujer e incluso, quizá, en El Vaso de Leche; pordioseros: Un Mendigo; presos: El Trampolín; borrachos: Pedro, el Pequenero; artistas de la calle La Aventura de Mr. Jaiba. A diferencia de los narradores naturalistas, Rojas no impone a estos sujetos etiquetas descriptivas que cierren para siempre su modo de ser. Si algo define a estos personajes es su permanente apertura: nadie nace ladrón o mendigo ni lo es de una vez y para siempre. Primero somos seres humanos; luego será la vida, la ley, el Estado o bien nuestros propios semejantes los que nos pongan en esos lugares de privilegio o explotación. En la base de esta concepción aparece con mucha claridad la formación de Rojas en el pensamiento anarquista, que rechaza la autoridad y reclama la esencial igualdad de las personas. Texto extraño en este conjunto, La Compañera de Viaje relata un episodio semi amoroso protagonizado por un diplomático en Italia. Puede leerse como un ejercicio afín a la elasticidad que se reclama para concebir al margen social: en esa experiencia, la del sujeto privilegiado, también hay… un ser humano. El Delincuente, Sociedad Chilena de Ediciones – Imprenta Universitaria, Santiago de Chile, 1929, contiene una nota biográfica firmada por la Sociedad Chilena de Escritores y los cuentos El Delincuente; El Vaso de Leche; Un Mendigo; El Trampolín; El Colocolo; La Aventura de Mr. Jaiba; Pedro, el Pequenero; Un Ladrón y su Mujer y La Compañera de Viaje. |
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ReseñaEsta compilación es, en general, muy heterogénea. Sus relatos cuentan anécdotas más o menos cotidianas que tienen un toque de humor: El Fantasma del Patio e Historia de Hospital, y también vuelven a dialogar con el criollismo: Bandidos en los Caminos, El León y el Hombre, Canto y Baile, La Suerte de Cucho Vial, El Rancho en la Montaña, o bien con la ficción fantástica: El Hombre de la Rosa. En su primera edición se llama a estos relatos “novelas breves”, y tal vez el nombre quiere describir el modo en que son trabajados. Como cuentista, Rojas casi nunca busca el efecto que da un giro argumental inesperado. En general intenta describir una experiencia, es decir, el modo en que toca a la conciencia de las personas el tener que enfrentar situaciones extraordinarias. Es un empeño que requiere cierto despliegue, y por eso, quizá, estos cuentos son más bien largos. Pese a sus diálogos con otros proyectos literarios, se mantienen en este libro los pilares de la narrativa rojiana: la descripción abierta de los márgenes sociales y una perspectiva que busca el aprendizaje de los demás. Dos cuentos destacan en este conjunto: El Hombre de la Rosa y Poco Sueldo, relato con el que se inaugura la oficina como espacio para la narrativa chilena. Travesía, Editorial Nascimento – Santiago de Chile, 1934, contiene los cuentos Bandidos en los Caminos; El Hombre de la Rosa; La Suerte de Cucho Vial; Canto y Baile; El León y el Hombre; El Fantasma del Patio; Historia de Hospital; Poco Sueldo y El Rancho en la Montaña. |
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El Bonete MaulinoPrimera edición : 1943 Última edición : Editorial Universitaria - Santiago de Chile, 1968 Acceda a la versión ebook Reseña“La madre de Manuel Rojas –doña Dorotea– era del Maule y ella fue quien le contó la historia o leyenda de don Leiva, que su hijo transformó en El Bonete Maulino, reconociendo su deuda. En la misma narración se ingenia para enterarnos que cualquier cosa antigua despertaba en ella largas reminiscencias del pasado, pues parecía haber heredado del pasado el sentido de lejanía y el espacio de los conquistadores españoles, que su hijo ha recibido intacto. El Bonete Maulino pertenece a la serie de cuentos legendarios en que se ha complacido su autor a lo largo de su vida. Es notable la generalización que hace del hombre americano en esta narración. El narrador confiesa: …debajo del bonete me parecía ver el rostro del dueño, probablemente un rostro de puro mestizo, moreno de dientes blanquísimos y bigote negro, rostro típico que se ve en las repúblicas sudamericanas…, rostro de domador de potros o de campañista, de cholo, de huaso, de llanero, de gaucho o de charro… La descripción que hace luego de don Leiva, de su carácter y de su hombría no se queda en lo pintoresco y por lo mismo cala hondo en la índole del personaje. Mariano Latorre percibió en este cuento una aguda visión de la doble personalidad del huaso en su adaptación al momento social en que actuó. Pero Manuel Rojas ha preferido mantener su arte alejado en lo posible de la sociología y de la interpretación histórica. Le interesaba en primer término el ser humano en general desde su propio punto de vista, o la definición de uno determinado. En El Bonete Maulino, por ser regional, quiso, además, conservar el tono que supo infundirle doña Dorotea, a quien sabemos, se lo oyó por vez primera. Todavía le parecía escuchar en él su acento emocionado, lleno de ternura.” Extracto del libro: Manuel Rojas – Narrador, de Enrique Espinoza – Editorial Babel, Buenos Aires – Argentina, 1976. El Bonete Maulino, Editorial Cruz del Sur – Santiago de Chile, 1949, contiene una nota biográfica de José Santos González Vera y los cuentos El Bonete Maulino; El Delincuente y Laguna. |
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El Vaso de LechePrimera edición : 1957 Última edición : Editorial Zig-Zag - Santiago de Chile, 2012 Acceda a la versión ebook Reseña“Manuel Rojas trae al cuento chileno la fina observación de un Somerset Mauham y la técnica y sutil objetividad de un Maupassant. No hay nada espectacular en El Vaso de Leche. En efecto, la acción es sencillísima, y, sin embrago, en su manera calma y tranquila Rojas desarrolla en su cuento un drama mordaz en que se encuentran las grandes emociones del corazón humano. Estudiado de cerca el cuento revela el talento de su autor. Chekov aconseja al cuentista que enplee algún aspecto de la naturaleza para dar perspectiva a sus personajes; por otro lado, un precepto cardinal en lo eterno del arte es la lucha: hombre contra naturaleza, es decir, la lucha del hombre contra las fuerzas superiores. Todo esto se reúne en este cuento, formando lo que es en realidad una pequeña epopeya de la juventud invicta. No sé si el Vaso de Leche es autobiográfico o no, y en todo caso poco nos importa saberlo. Lo que sí nos importa saber es que Rojas, gracias a sus experiencias como estribador en los muelles de Valparaíso, conoció sin duda a jóvenes marineros hambrientos, lejos de su hogar y su familia, expuestos a lo ancho y ajeno de una gran ciudad desconocida, y observándolos con entendimiento y simpatía pudo trasladarlos a la inmortalidad del arte en la persona del joven anónimo del cuento.” Introducción de C. Malcolm Batchelor al cuento El Vaso de Leche en la selección Cuentos de aquí y de allá, Houghton Miffil Ed. Yale University & Cambridge, Massachusetts – USA, 1953. El Vaso de Leche y Sus Mejores Cuentos, Editorial Nascimento – Santiago de Chile, 1957, contiene los cuentos: Laguna; El Delincuente; El Vaso de Leche; Un Ladrón y su Mujer; El Colocolo; Canto y Baile; El Hombre de la Rosa; El Bonete Maulino y El León y el Hombre. |
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El Hombre de la RosaPrimera edición : 1963 Última edición : Editorial Zig-Zag - Santiago de Chile, 2012 Acceda a la versión ebook ReseñaEl Hombre de la Rosa fue publicado en Buenos Aires, en 1963. De este cuento Manuel Rojas diría: es un asunto tomado del folclor chileno. Buscando temas, hallé en un libro del folclorista don Ramón A. Laval, Cuentos populares chilenos, la raíz de ese cuento. En el libro de Laval se titulaba «La rosa de las monjas claras» y no traía nota alguna que señalara concordancia con algún otro cuento folclórico europeo o americano. Parecía una historia puramente chilena. Esta recopilación incluye dos cuentos nuevos que no habían aparecido anteriormente: Oro en el Sur y Zapatos Subdesarrollados. El primero cuenta el cruce improbable entre dos hermanos artistas y un yacimiento de oro en el Maule; el segundo las reflexiones de un narrador a propósito de los zapatos que pueden verse en un servicio de hospital. En ambos es claro el dominio de la prosa que Rojas ha logrado a partir de su trabajo como novelista, y de hecho dependen mucho más de las reflexiones y el flujo de la conciencia narrativa que de la anécdota. El Hombre de la Rosa, Edición Losada – Buenos Aires, Argentina, 1963, contiene los cuentos El Hombre de la Rosa; Un Espíritu Inquieto; El Fantasma del Patio; Pedro, el Pequenero; Oro en el Sur; El Rancho en la Montaña; Historia de Hospital; El Vaso de Leche; El Delincuente; Un Ladrón y su Mujer; Poco Sueldo y Zapatos Subdesarrollados. |
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Cuentos del Sur y Diario de MéxicoPrimera edición : 1963 Última edición : Ediciones Era - DF, México, 1963 Acceda a la versión ebook ReseñaAprovechando su permanencia en México, Manuel Rojas publica esta colección de cuentos y las primeras páginas de su relato de viaje por ese país, que más tarde se completará en Pasé por México un Día. Este volumen expone casi todas las formas que puede asumir el cuento, y nos habla muchas veces de la ternura, el ansia de vivir y la fraternidad de todos los hombres que triunfan sobre el mal y el dolor. Representa también una visión del mundo comunicada con los medios más directos y legítimos del arte narrativo. Sus días mexicanos están narrados con el mismo poder de observar y describir que ha hecho célebres a las novelas y los cuentos de Rojas. Hay la misma honestidad presente siempre en la visión del escritor chileno, pero, con todo, muchas de sus observaciones parecerán polémicas y sin duda serán debatidas. Las fechas que anteceden los episodios de estos relatos fueron posteriormente cambiadas buscando mayor precisión. Entre los nueve episodios iniciales publicados en este volumen, se encuentra una reflexión metafórica, tal vez la única, sobre la relación del escritor con su joven mujer, Julianne Clark: Maneja Julianne. Viene desde las orillas del río Columbia… primero amé al río Columbia, antes de conocerlo; después a ella y me parece que algo del río va con ella. Hace un millón de años un ventisquero que bajó desde Canadá tapó el cauce del río,… el río, detenido, buscó otro camino, hizo una curva y millas más abajo encontró de nuevo su cauce… ¿Será Julianne el río, seré yo el ventisquero, que un día desaparecerá, dejándola libre?. Cuentos del Sur y Diario de México contiene los cuentos Oro en el Sur; Pancho Rojas; El Fantasma del Patio; El Rancho en la Montaña; El Delincuente; El Vaso de Leche; Un Ladrón y su Mujer; El Colocolo; El Hombre de la Rosa; El Bonete Maulino y Zapatos Subdesarrollados; así como la crónica de viaje Diario de México. |
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CuentosPrimera edición : 1970 Última edición : Editorial Sudamericana - Buenos Aires, Argentina, 1970 Acceda a la versión ebook ReseñaEsta edición es la primera recopilación integral de los cuentos de Manuel Rojas e implicó una corrección general de los textos, en los que Rojas, cuyo método literario se caracterizó por la permanente revisión, introduce numerosos cambios. Cuentos incluye los 28 relatos publicados por Rojas, escritos entre los años 1922 y 1934, más un esclarecedor texto titulado Hablo de mis cuentos, en el que examina cada uno de ellos, proporcionando interesantes datos sobre la construcción literaria, el entorno biográfico y el origen de algunos personajes. Como en Antología Autobiográfica, aparece aquí parte del “taller” del escritor: antecedente indispensable para los interesados en conocer y estudiar la genealogía de sus escritos. Una mención especial en esta recopilación merecen los cuentos: Pancho Rojas, Una Carabina y una Cotorra y Mares Libres, publicados en 1951 en diferentes diarios del país. El primero es una reflexión sobre la libertad a propósito de un queltehue que el narrador y su familia cuidan en el patio de su casa. Los otros dos vuelven a explorar el tema de la libertad: en relación con la creatividad y el ingenio popular o en la forma de una alegoría que toma como emblemas las numerosas aves de la costa chilena. En 1982 Darío A. Cortés daría a conocer 3 relatos perdidos: Una Pelea en la Pampa (1926), Una Historia sin Interés (1927) y Corazones Sencillos (1930). Rojas nunca los incluyó en sus antologías manifestando seguramente su disconformidad con el resultado alcanzado: Dos o tres se perdieron, -señala- de seguro por irremediables. Cuentos, Editorial Sudamericana – Buenos Aires, 1970, contiene una introducción del autor titulada Hablo de mis cuentos y los cuentos: Hombres del Sur; Laguna; El Cachorro; Un Espíritu Inquieto; El Hombre de los Ojos Azules; El Bonete Maulino; El Delincuente; El Vaso de Leche; Un Mendigo; El Trampolín; El Colocolo; La Aventura de Mr. Jaiva; Pedro – el Pequenero; Un Ladrón y su Mujer; La Compañera de Viaje; Bandidos en los Caminos; El Hombre de la Rosa; La Suerte de Cucho Vial; Canto y Baile; El León y el Hombre; El Fantasma del Patio; Historia de Hospital; Poco Sueldo; El Rancho en la Montaña; Una Carabina y una Cotorra; Oro en el Sur; Mares Libres; Pancho Rojas y Zapatos Subdesarrollados. |
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Mares LibresPrimera edición : 1975 Última edición : Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso - Chile, 1975 Acceda a la versión ebook Reseña“Nacido en 1896, pertenece Rojas a lo que Cedomil Goic llama “la primera generación superrealista”, es decir, a él y a sus coetaneos –Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Benjamín Subercaseaux, Marta Brunet, todos nacidos entre 1890 y 1904– les corresponde inaugurar una nueva sensibilidad, un nuevo sistema de preferencias, un nuevo “mundo”… Entre 1920 y 1934 empiezan a aparecer las primeras manifestaciones de este cambio trascendental; precisamente dan testimonio de él los cuatro primeros cuentos aquí incluidos. Son los años de plena vigencia del Naturalismo mundo-novista (Criollismo, entre otros); Mariano Latorre a la cabeza y un nutrido y selecto grupo de escritores publican, polemizan, disertan sobre sus concepciones teóricas y sus obras literarias, de inspiración vernacular y “telúrica” – como se repetía incansablemnete después del Conde de Kreyserling. Los “nuevos”, sin embrago, llevan la voz cantante del descontento y de la insatisfacción, tanto en la teoría como en la praxis literaria… Ellos fundan revistas como Letras e Indice, son ávidos lectores de los maestros europeos y norteamericanos, son universalistas por oposición al cerrado regionalismo de sus predecesores, acogen a todos los “ismos”, practican las mayores audacias formales, incorporan escabrosos asuntos y complejos motivos a sus obras, concebidas como estructuras autónomas, autosuficientes. Está naciendo una literatura más artística, más depurada de todo ese lastre histórico, sociológico, geográfico –¡y hasta botánico y zoológico!– que le impedía planear a gran altura.” Extracto del prólogo de Normán Cortés L., Eds. Universitarias de Valparaíso, Valparaíso – Chile, 1975. Mares Libres contiene un Prólogo y notas de Norman Cortés L. y los cuentos: Laguna; El Bonete Maulino; El Delincuente; El Vaso de Leche; El Hombre de la Rosa; Mares Libres y Una Carabina y una Cotorra. |